sábado, 28 de diciembre de 2019

Llegó la luz



Llegaste un día cualquiera,
entraste por la puerta grande
invadiendo mi vida entera,
siendo capaz de enamorarme.

Llegaste a mí, así, sin querer,
ahí estabas, ahí, sin llamarte,
absorbiendo entero  mi ser,
provocando deseos de amarte.

Mi cuerpo comenzaste a vivir
cual tierra árida se tratara,
e hiciste a mis labios sonreír
de una manera pura y clara.

Trajiste a mi vida la libertad
avivando mis ganas de gozar
y dando luz a mi oscuridad,
conjugamos el verbo amar.

Y, conjugando nos dormimos
y el día provocó el despertar,
y mirándonos nos sonreímos,
volviendo otra vez a conjugar.

Isabel San José Mellado 
España - Derechos de autor



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