martes, 26 de noviembre de 2019

Desde las alturas


Ven aquí cariño mío
y fuerte abrázame,
en tu corazón hace frío
desde que ella se fue.

Ven aquí mi preciosa,
por favor deja de llorar.
Hoy nacerá una rosa
y la tendrás que cuidar.
Ya había comenzado
el sendero del adiós,
la habían amordazado,
iba al encuentro de Dios.

Ven y toma mis manos,
ellas te aportarán calor,
tiemblan hoy tus labios,
en tu corazón hay dolor.

Enjuga tus lágrimas        
y observa su estrella,   
sentirás como tu alma   
poco a poco se alegra.

Un bello amanecer
de nuevo verás surgir
y poco a poco tu ser
abandonará ese sufrir.

Y ella, desde las alturas
sentirá gran satisfacción
al ver que tus penurias
abandonaron tu corazón.


Isabel San José Mellado


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