viernes, 22 de noviembre de 2019

Decepción


Mereció la pena, amor,  haberte amado
y en tus brazos callada haberme mecido,
mereció la pena aunque ya sea pasado
y mi corazón camine triste y dolorido.

Mereció la pena, amor, haber compartido
aquel café matinal durante el frío invierno
y en cada despedida en mis labios prendido,
el broche de tu boca tras ese beso tierno.

Mereció la pena amarte en la madrugada
compartiendo deseos bajo suave sábana,
cayendo rendidos sobre la misma almohada,
aunque de esas pasiones no quede nada.

Mereció la pena observar el cielo estrellado
sintiendo tu aliento en mi cuello desnudo,
escuchando el susurro de aquel mar salado,
aunque recordar provoque dolorido  nudo.

Mereció la pena sentir tan sublime amor,
la ilusión de verte que, por la noche alimentaba,
a pesar de que ahora sea causa de gran dolor
recordar el fulgor que tu mirada me provocaba.

Mereció la pena y lo escribo con ternura,
haber tenido mi corazón de felicidad henchido,
haber sentido un querer rondando la locura
y a pesar de todo, ser para mí, un desconocido. 
  

Isabel San José Mellado



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