domingo, 5 de mayo de 2019

Inspiración


¡Madre mía!,
no hay palabras
para agradecerte
la vida.


Eres mi inspiración,
mi mano amiga,
la fortaleza
cuando caía.

¡Madre mía!,
supiste decir las palabras
cuando el consuelo
no hallaba.

En tu abrazo encontré
el remanso de paz,
eres el ángel que Dios
me envió para mi vida guiar.

En tu mirada el reflejo
de un sol al andar,
la luna llena de felicidad
de los malos momentos
en una lección que la vida da.

¡Gracias, madre mía!.

Mgabriel Portilla México

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