Han pasado ya muchos años desde aquella coincidencia
donde mi mirada fue apresada por tu magnificencia
Recordarlo, provoca en mi mirada nubarrones grises
pues a pesar del tiempo pasado mis ojos siguen tristes.
Fuiste un ave de paso como el halcón buscando su presa
y de tu vuelo quedé prendada como mujer posesa.
Cayó mi deseo como hojas
abatidas por el viento
dejando mi sonrisa marchita y a mi alma en desaliento.
Sigue buscando caza falaz y arrogante caballero,
algún día tropezarás con alguien como tú, altanero,
y cuando veas nubarrones en vez de un brillante sol,
sentirá tu alma que no debiste dañar mi corazón.
No te preocupes, mi alma cual árbol, aún sigue en pie
y paciente espera a que
algún día, vea tu ego caer.
Isabel San José Mellado - España
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