Romperse y amar

¡Qué nostalgia!
la mía esta noche,
nos quedó corta;
nos hace mella
y es aparatoso.

Y me rompí pensando
que todos los que hablan
mal de alguien
simplemente seguirían adelante,
pasarían de largo.

Y nos rompemos
haciéndonos falsas ilusiones,
imaginando que las palabras son reales
y la amistad está
sobregirada en un andar.

Pero ¡qué desilusión!
ver cómo pueden decir
que hay cariño
después de destruir
la reputación de alguien,
puedan decir que existe amor.

¡Qué penita! que para quien hiere
camine como si nada
y peor aún, a quien casi mata
piense que nada pasó.

Y me rompo
de imaginar las risas
que mi dolor les pudo causar,
mientras que a mí me consolaban
y mal me hablaban,
de mí se burlaban.

Y así uno se rompe
y se da cuenta de que
no existe en muchos la lealtad,
que sólo son celestinas
de un ve y trae.

Lo único real y bonito
es el amor que nace cada día
con un te amo.

Lo real y bonito
es la amistad
que aún pase el tiempo,
siempre permanecerá.

M. Gabriel Portilla
Tulancingo, Hidalgo, México