No tengo dueño,
ni soy propiedad de nadie;
cuando entiendes esas frases
obtienes la libertad,
mental, emocional.
Yo tengo hace años
a alguien que comparte su realidad,
sus días y alegrías,
sus fracasos y trizas,
sus miedos y sueños.
Cada paso que damos
nos llena de felicidad,
aun todo esté en contra,
aun cuando el alma sienta
todo lo que a sus espaldas murmuran,
me siento orgullosa de ese amor.
Aun crea
que ni cuenta me doy,
que me engañó,
mi amor siempre será
fiel a la razón
y lo dejo al tiempo:
él dirá quién se equivocó.
MGabriel Portilla
MÉXICO
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