Te dejo volar,
mi alma siempre te acompaña,
somos el mismo corazón,
somos tú y yo.
te dejo volar
a esos otros lugares
llamados libertad
donde tú puedas soñar.
Eres infinito hijo mío,
eres alas de agua
y fuerza de amor,
eres lo que te enseñé
y tú sabrás en qué momento
usarás la razón.
Anda, vuela,
extiende tus alas
y no digas adiós,
sólo vuela
qué te espera el futuro
guiado por tu corazón.
Eres el reflejo
de mi inspiración
pero eres el resultado
de mis días de amor,
desvelos llenos de angustia
pero más eres tú
el guerrero que a la Vida
vino a vivir con
toda la intención
de sonreír mi amor.
M Gabriel Portilla
MÉXICO
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