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martes, 4 de mayo de 2021

Y entonces...

Entendí que el amor
no es cuestión de cuerpo de almas;
es más cuestión de momentos
sin tiempo ni distancia.

Y entonces entendí
que podemos hacer
un mundo sólo para dos,
para ti, para mí
y alguna quimera en espera.

No es que no exista el mundo,
simplemente somos
un suspiro al viento
que renace al amanecer del corazón.

Y entonces, ¡vida!,
renace en mí en el silencio,
en besos que de tus labios quiero,
arañe la fragante razón
y amarte con loca pasión.

Y entonces...
dime si eres mi alma perdida,
tal vez mi alma amiga
sea hoy náufraga del amor.

Mgabriel Portilla MÉXICO

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