¿A dónde están el respeto y la moral?
¿Dónde está agazapada la solidaridad?
El amor a la vida, ¿murió en un zarzal?
¿Quién nos acorrala por pura vanidad?
¿Quién proclama que vivimos en libertad,
que velan por nuestro propio bienestar
y, que sólo les importa nuestra felicidad?
¡Si no conocen los verbos amar y respetar!
Gobernantes necios con ansia de poder
que amordazáis al pueblo sin pundonor
ofreciéndoles sólo
migajas para comer
sin preocuparos de muertes ni de dolor.
Liberad al pueblo, él no es el adversario;
dadle recursos y trabajos
sin mordaza,
no lo ahoguéis con impuestos innecesarios
ni lo cerquéis como jabalíes sin esperanza.
Apreciad del mundo real, sus sentimientos,
respetad a todo humano, dejad las armas,
guiaros por la Ley de los Diez Mandamientos
y habréis conseguido salvar vuestras almas.
Gobernantes necios con ansia de poder
dejad el ego y dadnos un bello amanecer.
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