¡Cuánto ganaríamos!

Cuando oyes la palabra "austeridad"... te asustas ¿verdad?. La solemos identificar con "pobreza, pasar muchos apuros, calamidades, penurias,..." pero ¿es realmente eso?.

Austeridad es saber vivir con lo preciso, lo únicamente necesario sin detrimento de la salud y de la dignidad pero respetando siempre la dignidad del otro, llegando a un perfecto equilibrio en el que hay de todo para todos en lo que es verdaderamente suficiente. Y si es suficiente... no hace falta más.

Nuestro sistema, sin embargo, aboga por almacenar, acumular riquezas, atesorar, invertir para obtener más beneficios, practicar la usura, el engaño, la estafa, el robo,... en tal de hacer crecer aún más unos "bienes" que en realidad no son necesarios sino que se convierten en fuente de nuevos problemas tanto para quien los acumula como sobre todo para quien no tiene ni lo necesario para sobrevivir. El verdadero rico, como dijo aquél, no es el que más tiene... sino el que menos necesita.

“¿Qué necesitas para vivir?, ¿qué es realmente imprescindible?”. Si nos hiciéramos estas preguntas y contestáramos con honestidad nos daríamos cuenta de que la vida es muchísimo más sencilla de lo que la hemos convertido. Esta sencillez se pierde cuando entran en juego intereses usureros o el propio afán de tener y tener más que los demás,… o simplemente nos dejamos llevar por las proclamas consumistas del sistema.

Austeridad... porque necesito vivir.
Austeridad... para que tú puedas vivir.
Austeridad... para aligerar equipaje y alegrar el paso.
Austeridad... porque con ella somos más libres, más nosotros mismos, más auténticos y menos yo egocéntrico.
Austeridad... porque es llave para la armonía, para la interacción gozosa, para vivir y dejar vivir.
Austeridad… para que el aire, el agua, el pan y toda nuestra Casa Común alcance para todos.
Austeridad… la que no es impuesta en beneficio de unos pocos.
Austeridad… la que se elige y rompe ataduras.
Austeridad… la que nos lleva a vivir en paz, con alegría y en libertad.

Santi Catalán

PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:

• 
  ¿A qué te ha sonado hasta ahora la palabra "austeridad"?. ¿Qué piensas ahora mismo sobre ella?.
• ¿Qué cuestiones, preguntas,... te ha provocado esta entrada?. ¿Cuáles de ellas contestarías tú mismo/a y en cuáles necesitas la aportación de los demás?.
• ¿Te consideras una persona "austera"?. ¿Has probado a vivir la austeridad voluntariamente?, ¿cuál es tu conclusión al respecto si acaso lo lograste?.
• ¿Cómo podríamos encaminar nuestra vida a un modelo de vida mucho más austero del que hemos llevado hasta ahora?, ¿qué pasos necesitamos dar?, ¿por dónde empezar?.