El sueña con el abrazo
que hace mucho no tiene,
con el beso de amor
que sus labios añoran.
Algún día el será el sol
que se
levante por mañana
con las ilusiones de un
amanecer entre sueños.
El es el deseo eterno
de un ave en vuelo,
de un ángel de amor
que en
su corazón se partió.
Algún día él será la eternidad
junto a esa realidad
que en su suspirar ella
le hace llegar.
Juntos entre la distancia
caminan tomados con el alma,
con el quizás de algún día
la esperanza no sea perdida.
Mgabriel Portilla, México
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