Dime cómo
hago para
darte la
calma... que tu
corazón
necesita.
Dime cómo
hago para
que mis
palabras no
sean daga...
sino la
caricia que
necesita
tu alma.
Dime cómo
hago para
ver y
paciencia tener
y no
pierdas la calma.
Dime qué
necesitas de
mí si de ti
soy...
me acercas,
me alejas hoy.
Dime anda ¡dime!
qué soy
para ti: la cruel
mentira... o
eso que
amaste
algún día.
MGabrielPortilla
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