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sábado, 1 de abril de 2017

Quiero encontrarme contigo

Yo quiero encontrarme contigo.
Sí, contigo Señor en esta Cuaresma en la que estoy.
Y estoy en ella caminando senderos ya hechos con costumbres de no sé cuándo.
Me hablaron de que hay ayuno, abstinencia, sacrificio, penitencia, oración,… y no sé cuántas cosas más que sólo de oirlas ya uno entra en depresión.
- "¿Depresión… por qué?", dices.
Pues te diré:
Me contaron que los antiguos flagelaban el cuerpo como si éste fuese maldito pues sólo martirizándolo creían acercarse más a ti.
Me contaron que el ayuno consistía en no tomar absolutamente nada en viernes,… pero uno se puede atiborrar de todo lo demás en cualquier otro día.
Me contaron que la abstinencia era además privarse de comer carne en toda la cuaresma (pero sí se puede comer marisco y otros alimentos mucho más caros y no más sanos que esa carne).
Me contaron del sacrificio y de que éste nos asemeja a quien dio su vida por nosotros, mas… sacrificio sin amor, sin alegría, sacrificio por el sacrificio,... como muchas veces he visto,… ¿servirá para algo?.
Me contaron de la penitencia… ¿penitencia?, ¿qué será eso?; me contaron que era como algo que tienes que hacer por haber hecho algo malo.
Me contaron que tenía que orar,… pero si orar es “hablar con Dios”… ¿no puedo hablar con Él siempre que Él me llame a esa conversación?, ¿es que durante el resto del año eso no es tan importante?.
Me contaron, me contaron,…
Y yo asentí, a todo dije “amén” sin titubear, sin preguntar, sin saber el sentido de nada. Así que mi depresión no fue cosa sólo de quien me comunicó las cosas tal como lo hizo, fue también por mi pasividad, por mi falta de fe auténtica, por mi ausencia de compromiso conmigo mismo.
- "¿Y…?". Me sigues cuestionando.
¿Qué pienso ahora, quieres decir?.
Que hay que ayunar, pero de insultos, de burlas, de malas caras, de rencores, mentiras, privilegios, estafas, corrupción e hipocresías.
Que hay que abstenerse de toda violencia, de todo abuso, de toda injusticia, avaricia, servilismo, opresión, explotación, maltrato y egoísmo.
Que el sacrificio no se busca sino que es la consecuencia lógica de anteponer el bien común al individual, del amor al odio, de la paz a la guerra.
Que la penitencia no es un castigo sino hacer nuevas todas las cosas, restaurar lo destruido, reparar todo daño.
Que la oración no es una obligación sino un medio privilegiado para descubrir que Él camina conmigo a ratos,… que en otros estoy completamente en sus brazos y… que con Él todo lo puedo.
Así que… ¡viva la Cuaresma! en la que ya no estoy sino la que estoy llamado a VIVIR.
Santi Catalán

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué entiendes que este diálogo nos enseña acerca de la CUARESMA?.
  • ¿Por qué crees que quien mantiene este diálogo con el Señor acaba concluyendo en alabanzas a la Cuaresma?, ¿por qué la ve con alegría?.
  • ¿Cómo crees que debieras vivir esta cuaresma?.
  • ¿A qué te vas a comprometer hoy para vivirla conforme crees que sería más auténtica?.

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