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domingo, 20 de diciembre de 2015

Cuento, tintero y pluma

En una pequeña ciudad hubo una vez un cuento vacío. Tenía un aspecto excelente, y una decoración impresionante, pero todas sus hojas estaban en blanco. Niños y mayores lo miraban con ilusión, pero al descubrir que no guardaba historia alguna, lo abandonaban en cualquier lugar.
No muy lejos de allí, un precioso tintero seguía lleno de tinta desde que hacía ya años su dueño lo dejara olvidado en una esquina. Tintero y cuento lamentaban su mala suerte, y en eso gastaban sus días.
Quiso el azar que una de las veces que el cuento fue abandonado, acabara junto al tintero. Ambos compartieron sus desgracias durante días y días, y así hubieran seguido años, de no haber caído a su lado una elegante pluma de cisne, que en un descuido se había soltado en pleno vuelo. Aquella era la primera vez que la pluma se sentía sola y abandonada, y lloró profundamente, acompañada por el cuento y el tintero, que se sumaron a sus quejas con la facilidad de quien llevaba años lamentándose día tras día.
Pero al contrario que sus compañeros, la pluma se cansó enseguida de llorar, y quiso cambiar la situación. Al dejar sus quejas y secarse las lágrimas, vio claramente cómo los tres podían hacer juntos mucho más que sufrir juntos, y convenció a sus amigos para escribir una historia. El cuento puso sus mejores hojas, la tinta no se derramó ni un poco, y la pluma puso montones de ingenio y caligrafía para conseguir una preciosa historia de tres amigos que se ayudaban para mejorar sus vidas.
Un joven maestro que pasaba por allí triste y cabizbajo, pensando cómo conseguir la atención de sus alumnos, descubrió el cuento y sus amigos. Al leerlo, quedó encantado con aquella historia, y recogiendo a los tres artistas, siguió su camino a la escuela. Allí contó la historia a sus alumnos, y todos se mostraron atentos y encantados.
Desde entonces, cada noche, pluma, tintero y cuento se unían para escribir una nueva historia para el joven profesor, y se sentían orgullosos y alegres de haber sabido cambiar su suerte gracias a su esfuerzo y colaboración.
Pedro Pablo Sacristán
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué actitud adoptaron al principio tanto el cuento vacío como el tintero y la pluma?, ¿a qué conducía aquello?.
  • ¿Cuándo lograron transformar la realidad?, ¿necesitaron algo más para lograr ese cambio?. ¿Cuáles fueron las claves de ese cambio?.
  • ¿Qué nos enseña esta historia?. ¿En qué hemos de poner nuestra atención: en "nuestras limitaciones" o en las "posibilidades que hay tanto en nosotros mismos como en lo resultante de nuestra relación complementaria"?, ¿por qué?, ¿para qué?.
  • ¿Cual puede ser tu compromiso de hoy en relación con este valor de la complementariedad?.

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