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domingo, 13 de septiembre de 2015

Fertilizando el campo

El maestro zen encargó al discípulo que cuidase el campo de arroz.
Durante el primer año, el discípulo vigilaba para que nunca faltase el agua necesaria. El arroz creció fuerte y la cosecha fue buena.
El segundo año, él tuvo la idea de añadir un poco de fertilizante. El arroz creció rápidamente y la cosecha fue mayor.
Al tercer año, él colocó más fertilizante. La cosecha fue mayor aun, pero el arroz nació pequeño y sin brillo.
 “Si sigues aumentando la cantidad de abono, no tendrás nada de valor el próximo año – le dijo el maestro. – Fortaleces a alguien cuando lo ayudas un poco, pero debilitas a alguien si lo ayudas mucho o más de lo imprescindible”.
Paulo Coelho

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Por qué crees que el discípulo utilizaba el fertilizante y tendía a abusar de él?, ¿qué pretendía con eso?. ¿Quñe efectos consiguió finalmente?.
  • ¿Qué ocurre cuando suplimos la responsabilidad de alguien haciendo por él lo que él mismo podría hacer solo?. ¿Qué nos enseña esto?.
  • ¿Te sientes excesivamente ayudado/a?, ¿cómo puedes darlo a entender para que eso no acabe perjudicando tu capacidad de autonomía?. ¿Sientes que eres quizás demasiado protector/a?, ¿cómo podrías dejar de serlo?.
  • ¿Cuál va a ser tu compromiso de hoy para que los demás sean menos protectores contigo y tú también ayudes pero únicamente en lo imprescindible y así fomentar la autonomía de los demás?.

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