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viernes, 19 de junio de 2015

Mensaje del agua

Las fotografías y comentarios del japonés Masaru Emoto sobre cristales de agua publicadas en un magnífico libro titulado "Los Mensajes del Agua" rebelaron intuiciones que ahora mismo ya son absoluta certeza: la positividad o negatividad de nuestras palabras, pensamientos y acciones no son inocuas aunque parezca lo contrario. El japonés Emoto estuvo llevando a cabo experimentos en todo el mundo sobre el efecto de las ideas, las palabras y la música sobre las moléculas de agua.
El proceso era muy simple: Se pronunciaban o se exponían palabras y sonidos ante unas gotas de agua y una vez realizada la actividad se congelaban dichas gotas de agua para luego fotografiar su disposición cristalizada.
Las descripciones que aparecen en su libro rebelan, por ejemplo, cómo ante la palabra"ángel" la molécula de agua aparecía con un color claro, perfectamente simétrica y de una belleza sin par; sin embargo la que había sido expuesta a la palabra "demonio" aparecía oscurecida y deforme sin ninguna armonía, como si no fuese formación cristalina alguna. 

A continuación aparecen algunos otros efectos que Emoto encontró en su investigación:  
1. Algo interesante fue que se obtuvieron resultados diferentes dependiendo del idioma utilizado. Por ejemplo, la palabra "Thank you" en inglés , "Gracias" en castellano, evocó diferentes formaciones cristalinas que la misma palabra en japonés. 
2. El agua tomada en fuentes y arroyos limpios de montaña, formó estructuras cristalinas más bellas en contraste con los cristales deformados y distorsionados formados por las muestras de agua polucionada o estancada. 
3. El agua destilada expuesta a música clásica tomó formas delicadas y simétricas. Cuando se puso la canción de Elvis Presley "El Hotel de la Tristeza", el resultado fue que los cristales helados se partieron en dos. Cuando las muestras de agua fueron bombardeadas con música heavy metal o expuestas a palabras negativas, o cuando se enfocaron sobre ellas intencionadamente, pensamientos o emociones negativos, el agua no formó cristales y en su lugar se crearon estructuras caóticas y fragmentadas.  
4. Cuando el agua fue tratada con aceites florales aromáticos, los cristales tendieron a imitar la forma de la flor original. De gran interés para la curación y para el bienestar diario son los efectos que sobre los cristales de agua tienen las palabras e ideas positivas. Por el contrario las negativas extremas producen todo lo contrario, tales como la expresión "Me das asco" que fue casi idéntico al de aplicar música heavy metal dieron como resultado estructuras completamente amorfas y de aspecto desagradable. Masaru Emoto comenta en su libro este paralelismo y la posibilidad de que este tipo de música atonte a las personas (los convierta en tontos). 
5. Otro conjunto instructivo de fotografías mostraba la diferencia asombrosa entre los modelos cristalinos evocados por las palabras "Hagámoslo" y "Hazlo". Los cristales formados por las palabras "Hagámoslo" eran como hermosos copos de nieve. La palabra "Hazlo", sin embargo, no formó ningún cristal.

Algunas veces, cuando no podemos ver el resultado inmediato de nuestras acciones, oraciones y afirmaciones, pensamos que éstas han fracasado.
Pero, tal como podemos aprender de las asombrosas fotografías de Masaru Emoto, aquellos pensamientos de fracaso en sí mismos quedan también representados en los objetos físicos a nuestro alrededor. Ahora que somos conscientes de eso, quizá podamos comenzar a darnos cuenta de que, incluso cuando los resultados inmediatos no son visibles a los ojos humanos, ellos están ahí. Cuando amamos nuestros propios cuerpos, ellos responden. Cuando enviamos nuestro amor (no sentimos unidos) a la Tierra, ella responde. Nuestro propio cuerpo está compuesto en un 70 por ciento de agua. Y la superficie de la tierra es también un 70 por ciento de agua. Hemos visto anteriormente la prueba de que el agua, lejos de estar inanimada, está realmente viva y responde a nuestros pensamientos y emociones. Quizá, habiendo visto esto, podamos comenzar a entender realmente el imponente poder que poseemos al elegir nuestros pensamientos e intenciones, nuestras palabras y acciones para sanarnos a nosotros mismos, así como a nuestro medio ambiente. Conviene pues PENSAR muy bien antes de hablar, antes de actuar.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • Sea la técnica de Masaru Emoto muy científica o muy poco científica ¿qué elementos te parecen a ti perfectamente válidos y que dan la razón a sus conclusiones?.
  • Si pensáramos más en nuestros pensamientos y los sentimientos que esos pensamientos originan ¿cómo decidiríamos pensar?.
  • Si vemos que nuestras palabras y acciones ocasionan a veces malas reacciones y lo que deseamos es precisamente una buena reacción ¿qué consecuencias traería pensar antes lo que vamos a decir o hacer?.
  • ¿A qué vas a comprometerte hoy para que tus pensamientos, palabras y acciones jueguen a tu favor, sean un bien para ti y tu entorno?.

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