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martes, 27 de mayo de 2014

Ser, no aparentar

La coherencia es un valor que se transmite con el ejemplo. Quienes ejercen algún tipo de labor educativa deben ser coherentes con lo que dicen y hacen. Si existen contradicciones entre sus palabras y sus hechos, estarán creando confusión y dificultades en las personas con las que se relacionan. En la educación de los niños, el valor de la coherencia se entiende como una característica de la autenticidad en la vida. La coherencia es lo que da sentido a la fidelidad, a la honestidad, a la sinceridad y a otros tantos valores que van relacionados.
Una máxima que a todos nos conviene entender para ser coherentes es que no se puede hacer lo contrario de lo que se piensa o se dice. Ser coherente consiste en actuar siguiendo una serie de principios en los que se basan nuestros valores. La división, la falsedad, la ruptura entre lo que se piensa, se dice y se hace muestran que falta unidad en la forma de vida. Hagamos un esfuerzo diario por conseguir la unidad en la vida, lo que a su vez nos lleva a ser cada vez más coherentes. La unidad en la vida de una persona comprende tanto a sus pensamientos como a sus obras, y no entiende de fisuras entre ambas.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Qué entiendes por hacer unidad entre "pensamiento, palabra y acción"?. Pon un ejemplo concreto.
  • Si a todos nos gusta la coherencia ¿a qué crees que es debido que sin embargo actuemos muchas veces con incoherencia?.
  • ¿Qué efectos produce la coherencia, tanto en nosotros mismos como en los demás que nos observan?.
  • ¿Qué vas a hacer hoy para generar unidad en ti entre "pensamientos, palabras y acciones"?.

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