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lunes, 29 de julio de 2013

Insólita madurez

Desde que perdió a su marido hace cosa de siete años, Raquel, cada día al regresar del trabajo, siempre repite la misma parafernalia.
Llama a su vecina, ella le acompaña hasta su casa, cogen un palo y lo deslizan por debajo de la cama de Raquel, una y otra vez, para cerciorarse de que allí debajo no hay nadie.
Hasta que no llevan a cabo ese procedimiento, Raquel no se queda tranquila en su casa.
Desde pequeña, Nuria de cinco años, observa cómo su madre, pacientemente, complace a su vecina. Y un buen día, mientras contempla el cotidiano ritual, dice:

-“¿Y si le cortan ustedes las patas a la cama?”.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Por qué Raquel hace ese ceremonial de pasar el palo debajo de su cama cada día?. ¿Necesitaría hacer eso si la cama descansase totalmente en el suelo, sin patas, tal como sugiere Nuria, la niña de 5 años?.
  • ¿Qué hacer cuando un miedo no es lógico, no es racional?, ¿sirven remedios lógicos o racionales?. Y si el miedo es racional o lógico ¿no tendríamos que aplicar entonces remedios  racionales, lógicos?. ¿No es esta lógica parte de nuestra madurez?
  • ¿Hay situaciones en nuestra vida que nos pre-ocupan?, ¿cuáles?. ¿Qué remedios les estamos aplicando: remedios lógicos o ilógicos?. ¿Cómo demostraríamos ahí nuestra madurez?.
  • ¿Cómo hacer hoy con nuestras pre-ocupaciones para darles respuesta racional, lógica, de una vez?.

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