Me abracé a la tierra
que vio nacer a mi madre,
un lugar donde la tierra mojada
es el pan de cada día,
donde los duendes caminan
entre las quimeras
de los sueños frustrados de mi gente
que a los montes hablan,
a la sirena que yace en una cueva
por la cosecha llama a la lluvia.
donde mi padre nació y creció,
la gran capital,
donde el primer pueblo surgió
entre medio de un gran lago,
donde los dioses se inspiraron
para enamorar y matar sin dolor.
Abrazada a mis raíces
donde hacer tortillas a mano
y respirar el humo del fuego es tradición,
donde el azul del cielo
se refleja en el maíz
y el negro de la noche en frijol.
Abrazada a mis raíces
donde el sueño es eterno,
donde los de allá,
ésos que viven en las montañas,
añoran venir a la ciudad
dejando el tlaxcal de maíz
el quelite y el alcatraz.
Y ésos que viven en la ciudad
desearían vivir allá
en esas montañas
en medio del riachuelo
que arrulla a media luna
entre los quejidos de las leyendas
de la llorona y las brujas o nahuales.
Difícil es encontrar el centro
pero amo pertenecer a dos culturas,
dos lugares, donde puedo naufragar
en el cobijo de los cerros
y respirar mis antepasados,
ser indígena, ser de ciudad…
Abrazada a mis raíces,
a mi gente, a mi ser;
si me has de amar
debes amarme por mi andar.
Maga TiCio
Mgabriel Portilla MÉXICO
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