Un folio, un lápiz y una inspiración,
unas rimas al final de los versos.
Amargura, lágrimas y
desalación
o amores que olvidaron sus besos.
Primaveras rasgando corazones,
gélidos inviernos desolando vidas,
otoños de tempestuosas pasiones
y veranos cicatrizando heridas.
Temporales precediendo calmas,
nubarrones grises cubriendo cielos,
amores furtivos condenado almas
y el ártico resquebrajando sus hielos.
Entre tanto van pasando los años
curtiendo nuestras pobres vidas;
sonrisas y silencios cubriendo daños
y, corazones celebrando
partidas.
¿Cómo fueron nuestras primaveras?
Pregunto con una sarcástica sonrisa,
sé que tu respuesta no será sincera,
pues en nublarlas te diste mucha prisa.
Isabel San José Mellado
Libro: Isabel, entre el dolor y el deseo.
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