Paseando bajo la luna en solitario
intenté olvidar momentos de un amor,
pero como si se tratase de un diario
ella iba reflejando a mi paso el dolor.
Paseando bajo la luna, acompañada,
recibí el beso que mi cuerpo deseaba.
Ahora la miro desde mi vida solitaria
y siento como mi corazón se desgarra.
No volveré a pasear bajo tu manto,
las amarguras retornan a mi corazón.
Mis ojos se cansaron de tanto llanto,
deseo olvidar el beso de
la traición.
No me incites a pasear luna infame,
sabedora de mis penas y soledades.
Aunque tu magnanimidad me aclame
no volveré a vagar aunque me llames.
Isabel San José Mellado
Libro: Isabel, entre el dolor y el deseo.
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