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sábado, 31 de agosto de 2019

En silencio


Me quedé en la espera
de un te amo en esta noche
que calló mi voz,
me dejó sin esperanza.

En silencio permanecí
esperándote a ti,
mas mis sueños me atraparon
y de ti me olvidé.

No hay voz que a mí llegue
que de ti no me hable
ni esperanza fallida
que mi alma no olvide.

Eres el encanto
que en la noche me enamoró;
entre sabanas mis deseos
se esconden.

En el silencio de tu nombre
mis labios en un beso
te dicen que por ti
no se esconden.

Porque cuando el silencio habla
habla el hombre sin palabras,
entre caricias que dicen más
que el latido más que miradas.

Mgabriel Portilla México

viernes, 30 de agosto de 2019

Volveré


(A Cuenca)

Ciudad de las Casas Colgadas,
que con coraje desafías,
atardeceres de verano rasgadas,
o madrugadas lluviosas y frías.

Enigmática y encantada,
ciudad que vives sin prisa,
te encuentro triste y cansada.
¿Acaso te has vuelto sumisa?

Hoy no te encuentro feliz,
ciudad de bellos callejones,
¿Quién te ha osado herir
causando a tu alma girones?

¡Escucha! Te habla Mangana,
¡Sabes que no te dejará llorar!
Cada tañido de su campana,
hace que tu alma vuelva a vibrar.

Yo sé que no eres de piedra,
percibo en mi corazón tu amor,
junto a ti me quedaría como hiedra,
dejarte así me causa gran dolor.

Volveré gozosa algún día
a pasear por tus lindas calles,
cubriendo de dulce ambrosía
tus montañas, callejas y valles.


Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España


jueves, 29 de agosto de 2019

Sin tu amor


Aún no entiendo
el silencio de tu amor
si muero por ti hoy,
si eres dueño de mi razón.

Sin tu amor no puedo vivir
porque eres el respiro,
alma mía te ruego cariño,
amor no correspondido.

A veces me pregunto
si al menos notas mi presencia,
si sabes mi nombre,
si al menos existo.

Dime qué hay de este sentir,
si algún día tus labios sentiré,
si un abrazo de tus brazos
sentiré.

Dime si siempre serás
un amor en la eternidad,
si algún día juntos en el mar
tal vez sola me tocará navegar.

Mgabriel Portilla México

miércoles, 28 de agosto de 2019

No podré


Puedo con mis ojos mirar,
Tu Rostro de amor a la humanidad,
puedo con mis oídos escuchar,
el Miserere a Tu Muerte cantar.

Puedo con mis manos tocar,
Tus Pies descalzos cansados de caminar
y, puedo con mis lágrimas lavar,
La sangre que de Tu frente cae sin cesar.

Puedo con mi mente desear,
ése Cáliz conmigo llevar,
pero sé, que jamás podré alcanzar,
La Gloria, para poderte abrazar.


Isabel San José Mellado

martes, 27 de agosto de 2019

Noches


Espera cada noche sentada
entre sábanas la llegada
de un recuerdo que divaga
en la memoria.

Para por fin encontrarse
con quien tanto ama.
El se fue sin despedida
pero al final del día regresa con su amada.

Fiel compañera que espera
sin prisa ni risa en el flajelo
de que no llegue, ella
le ama como a su vida.

A veces difumina la tristeza
con una sonrisa falsa;
nunca se olvida de aquél
que en sus noches abraza.

MGABRIEL PORTILLA México
©mgpp197905

lunes, 26 de agosto de 2019

No fue la herida del costado


No fue la herida del costado
no, la que provocó tu muerte,
fue el desenfreno de la gente,
la lujuria del cuerpo deseado.

Ni esos clavos en pies y manos,
con los que a La Cruz te clavaron,
fue la renuncia de un pueblo,
que a tu suerte te abandonaron.

No fueron de tu corona las espinas,
las que hicieron sangrar tu frente,
si no esos corazones impíos,
que provocan la actitud insurgente.

No fueron las manos de Pilato,
ni el beso de Judas pagado,
los que a morir te condenaron,
si no el odio de unos cuantos.

No fue la herida del costado
la que te causó la muerte,
sino  el amor de Nuestro Padre,
para redimirnos del  pecado.


Isabel San José Mellado
Derechos de autor - España

domingo, 25 de agosto de 2019

Muriendo...


De tristeza la vida me mató,
dulce silencio de amor
cautivado con sonrisa negra
que marchita hasta el alma.

Muriendo lentamente
mi tristeza es el refugio
del corazón que invade
en esta noche.

Fatal el sendero que camina
en esta oscuridad sin un rayo de luz,
entre la muerte y un poco de vida
queda pendiente el sentir de ir muriendo.

Al final camino entre rosas negras
en ese jardín de olvido vivido
sin ti, sin nadie, sin mí,
sin amar ni atar.

MGABRIEL PORTILLA México
©mgpp197905

sábado, 24 de agosto de 2019

No abriré sus puertas



No me pidas que te quiera,
he perdido la ilusión
y antes que de pena muera,
puertas pondré al corazón.

Con un gran cerrojo
que jamás puedas abrir,
a tu amor cierro los ojos,
no voy a volver a sufrir.

Si algún día me vieras
de otro brazo pasear,
no me llames siquiera,
no te volveré a amar.

Te perdoné tantas veces
que mi identidad perdí,
te regalo mis amores,
nunca amarte debí.

No me pidas que te ame,
no hago caso al corazón,
para ti sus puertas no abriré,
dejé de vivir en la sinrazón.

ISBN: 978-84-16439-14-0
Libro: ISABEL Un canto al amor y al desamor
R.I. 16/2016/4023
Isabel San José Mellado - España

viernes, 23 de agosto de 2019

Juntos...


Juntos algunas primaveras
que vimos florecer vidas nuevas
entre majestuosos milagros
nuestro jardín floreció.

Nuestro pequeño árbol
disfruta de felicidad
dejando días de tristeza
en soledad y de risas y baile
se hace brillar.

Una linda flor nos dejó
y en invierno ella llegó
a iluminar los días con su amor;
es mi compañera desde entonces
hace que Dios nos de la vida amor.

Y así los otoños nos alcanzaron,
nuestro pelo ya pinta algunas inviernos,
nuestra piel ya muestra los años pasados;
disfrutaremos de nuevos veranos.

Gracias te doy por la dicha de ser tu compañera
y aunque a veces no soy lo que esperas
te agradezco por esos años pasados,
porque me enseñaste a pensar diferente,
a crecer, ser madre, a creer en mí, a defender lo que amo,... MIL GRACIAS.

Mgabriel Portilla México
©mgpp197905

jueves, 22 de agosto de 2019

¿Para esto la creaste?


Dios quiso que naciera mujer,
para ser amada y respetada,
y al hombre nunca otorgó poder
para humillarla y maltratarla.

Échale a esta vida coraje,
eres mujer, eres hermosa
no permitas más que te ultraje,
sabes que eres, una bella rosa.

No maquilles más tus heridas
ni te alumbres con luz artificial,
debes poner fin a esa pesadilla,
aunque quede tirado en un zarzal.

Eres mujer, hija, madre, esposa...,
nadie tiene derecho a pegarte.
Despoja de la margarita sus hojas;
luce tu felicidad como estandarte.

Si creaste a la mujer para ser amada,
quítale de encima esa ruin mano,
no permitas que sea ultrajada
por alguien que también has creado.

Isabel San José Mellado - España
ISBN: 978-84-16439-14-0
Libro: ISABEL Un canto al amor y al desamor
R.I. 16/2016/4023

miércoles, 21 de agosto de 2019

Me abrazó


En su abrazo me duermo,
en su pecho me despierto
y pido que se tarde el alba
para bailar en sus sueños.

Me abrazó y sentí su calor
como el abrazo de un ángel,
ángel que me cuida con amor,
así tú mi amor.

Entre los recuerdos me gusta navegar,
entre las ilusiones que siempre me calmarán
pero el presente llega y de mí se apodera
soñando con mil años más.

Siempre espero por ti
en la espera que añora un beso,
con la esperanza que a mi lado estarás
para amar en la eternidad.

Me abrazó, sí, me abrazó
para cuidarme, pienso yo,
que si es verdad él es quien ama más
donde mis labios su beso esperaré.

Mgabriel Portilla México


martes, 20 de agosto de 2019

A mi abuela


Abuelita vengo a quedarme
me han dado las vacaciones,
y, como trabaja mi madre,
sola no quiere dejarme.

Cuéntame esas historias,
que tanto me agradan,
me quedaré muy callada,
escuchando tus palabras.

Cuando ibas a la era, a trillar
y, también a vendimiar,
qué feliz me haces abuelita,
tantas historias que contar.

Cuantas cosas me enseñaste,
con qué dulzura me cuidabas,
que hermosos los recuerdos,
de esas vacaciones obligadas.

Cuando salíamos al campo,
con qué gran sabiduría,
a todas mis preguntas,
paciente y cariñosa respondías.

Aprendí muchas cosas,
a jugar, rezar, coser...
pero la más importante,
fue aprender a ser mujer.

Son noventa y cuatro años,
llevados con gran esmero,
no estés triste abuelita,
sabes cuánto te quiero.

Sé que hay un gran amor,
esperándote en el Cielo,
al que tanto quisiste.
¡Sí!, ya lo sabes,  mi abuelo.
Isabel San José Mellado

lunes, 19 de agosto de 2019

Sólo se desvaneció


Tu amor se desvaneció ante
el olvido de tu amor.
La vida es como el mar
que lleva y a tu vida regresará.

Entre razones hoy vida mía
dime qué hago yo.
Si tú prefieres la vida
vivir sin mí hoy.

Dónde dejo la razón
si de ti me despido amor.
Porque sin adiós no hay olvido,
vivo sin ti corazón.

Marcando la nostalgia
de la desilusión
la marca que dejas
en el alma sin amor.

Hoy sólo se desvaneció
el mundo donde te soñé yo.
Donde permanecemos
juntos para siempre los dos.

Mgabriel Portilla México

domingo, 18 de agosto de 2019

Amarrado a la columna


Como un vil criminal ha sido juzgado
y amarrado a la columna,
es escarnecido,  insultado y humillado.

Sabiendo lo que el cielo le ha prometido,
amarrado a la columna,
deja que su cuerpo a latigazos sea sometido.

Y pensando en su Cáliz, con amor asumido,
amarrado a la columna,
para redimirnos del pecado, su castigo ha recibido.

En la gran Semana de Su Pasión,
amarrado a la columna
sabe que el final de su condena es la crucifixión.

Y aún con el cuerpo totalmente en su sangre bañado
amarrado a la columna
confía, que al tercer día por El Padre será resucitado.

Isabel San José Mellado - España
ISBN: 978-84-16439-14-0
Libro: ISABEL Un canto al amor y al desamor

sábado, 17 de agosto de 2019

Soberbia


Detrás de una sonrisa
él se cree el mejor,
dice que por ser quien es
derecho tiene a juzgar.

Detrás de su sonrisa
pierde el valor,
se pone al tú por tú
con quien débil es.

Pero baja la guardia
con quien batalla da
y su dignidad no se deja
pisotear.

Se cree el mejor
y ejemplo cree que es,
juzga sin mirar su vida
piensa que jamás necesitado estará.

Detrás de su sonrisa irónica
sabe que en soledad quedará,
soberbio es que a su semejanza
quiere que el mundo sea.

Mgabriel Portilla México
©12/11/18mgp

jueves, 15 de agosto de 2019

Alguien


Ella sabía de ese amor
que se desencadena
al leer el corazón. 

Alguien se baña entre mieles
de luna, entre cielos azules
y nubes de algodones.

Regalando amaneceres
llenos de esperanza
al escribir letras de amor.

Alguien sueña con ella
entre islas de mar,
entre arenas de amar.

Sabe de sus sueños
de un día abrazar más que el alma,
de un beso sintiendo latidos.

Alguien de ella se enamoró
y al saber que ella es más que dolor
una flor que ni siquiera él tocó.


Mgabriel Portilla México