martes, 25 de noviembre de 2014

Espigas arrancadas en sábado

En aquel tiempo cruzaba Jesús un sábado por los sembrados. Sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a comerlas. Al verlo los fariseos le dijeron:
- "Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado". Pero él replicó:
- "¿No han leído ustedes lo que hizo David cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la Casa de Dios y comieron los panes de la Presencia, que no le era lícito a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes?. ¿Tampoco han leído en la Ley que en día de sábado los sacerdotes en el Templo quebrantan el sábado sin incurrir en culpa?. Pues yo les digo que aquí hay alguien que es mayor que el Templo. Si hubieran comprendido lo que significa "misericordia quiero que no sacrificio" no condenarían ustedes a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado".
(Mt. 12,1-8)
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DIÁLOGO:
  • ¿Por qué para los judíos era tan importante la observancia del "sábado"?. ¿Por qué recriminan, por tanto, a Jesús el que él realice trabajos y permita que sus discípulos hagan cosas como ésta en sábado?.
  • ¿Qué significa la expresión "el Hijo del hombre es señor del sábado"?; ¿a qué podría aplicarse esa frase en nuestra experiencia?.
  •  ¿Qué enseñanzas te aporta este ejemplo de vida de Jesús, el Maestro de Nazaret?.
  • ¿Qué puedes hacer hoy para vivir ese espíritu de libertad y de saber llevar a la práctica una escala de valores basadas en la persona y no en la mezquindad de nuestras normas... normas no siempre justas?.

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